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Villa del Rosario, Norte de Santander, Colombia
Presidente Asociación Centro de Historia e Investigación de la Villa del Rosario. Autor de la Ruta Turística Viajando por la Capital de la Gran Colombia en rescate de nuestra identidad. Coautor del libro Viajando por la Capital de la Gran Colombia a través de la recreación en el medio natural

viernes, 20 de mayo de 2022

DECRETO DE SIMÓN BOLÍVAR

DECRETO DE BOLÍVAR, FECHADO EN ROSARIO EL 21 DE MAYO DE 1820: CREACIÓN DE JUNTAS PROVINCIALES DE AGRICULTURA Y COMERCIO PARA EL DESARROLLO INDUSTRIAL DE LA NACIÓN.*

 

SIMÓN BOLÍVAR,

Libertador Presidente, &., &.

 

Creación de Juntas Provinciales de Agricultura y Comercio para el desarrollo industrial de la Nación

Considerando que la agricultura, el comercio y la industria son el origen de la abundancia y prosperidad nacional y el verdadero y más inagotable manantial de las riquezas del Estado, y no habiendo corporaciones que las promuevan, animen y fomenten, permanecerán siempre en el estado de languidez e inacción en que la barbaridad de los antiguos tiranos las mantenían, he venido en decretar y


Decreto:

Artículo 1° Habrá en cada capital de provincia una junta provincial de comercio y agricultura compuesta de un presidente, seis cónsules y un procurador consular.

 

Artículo 2º El Gobernador político de la provincia será el Presidente de la Junta, y los demás miembros serán elegidos a pluralidad de votos por el cuerpo de hacendados y comerciantes de la provincia dentro de ellos mismos.


Artículo 3º Se entiende por comerciante todo el que maneje un capital de dos mil o más pesos empleados en comprar y vender cualquier especie de mercancía; y por hacendado el que posea una propiedad feudal del valor de cuatro mil o más pesos. Los Gobernadores políticos formarán matrículas de los individuos que estén comprendidos en estas dos clases para arreglar por ellas las elecciones para la junta.

 

Artículo 4º Las elecciones se harán cada año, el día 21 de enero; por esta primera vez será luego que se publique este decreto:

Artículo 5º En el día señalado para las elecciones de cada año (y esta primera vez en el que señale el Gobernador político) se reunirán todos los hacendados y comerciantes matriculados en casa del presidente del acto, que lo será el alcalde primero de la ciudad, villa o lugar de su residencia, y nombrará cada uno tres comerciantes y tres hacendados matriculados del mismo lugar o de cualquiera otro de la provincia. Estos votos, asentados por escrito y firmados por todos los sufragantes, se remiten al Gobernador político.

 

Artículo 6° Cada junta hace el escrutinio y su presidente comunica los nombramientos a los tres hacendados y a los tres comerciantes que hayan obtenido la mayoría de votos. Por la primera vez hace esta operación el Gobernador político solo.

 

Artículo 7° En caso de vacante por muerte, enfermedad u otra causa legítima son reemplazados los cónsules por los que obtuvieron en las elecciones más votos después de ellos.

 

Artículo 8º El objeto y funciones de la junta, son:

 1º, nombrar el procurador consular y el secretario, que no tienen más duración que los cónsules, y que deben salir del mismo seno que ellos; 2º, nombrar las juntas subalternas de comercio y agricultura que crean necesario establecer en otros puntos de las provincias, sacando sus miembros de los comerciantes y hacendados de la ciudad, villa, pueblo o lugar donde deba residir; 3º, nombrar jueces de agricultura y comercio donde sean convenientes; 4º, promover la agricultura en todos sus ramos y procurar el aumento y mejoras de las crías de ganado caballar, vacuno y lanar; presentar al pueblo proyectos de mejoras y reformas, extendiendo de todos modos hasta hacer vulgar el conocimiento de los principios científicos de estas artes y facilitando la adquisición de libros y manuscritos que ilustren al pueblo en esta parte, animando a los propietarios y ricos hacendados a que emprendan el cultivo del añil, cacao, café, algodón, y grana del olivo y de la vid, detallándoles los terrenos que ofrezcan más ventajas para cada una de estas plantas; y premiando debidamente a los que se aventajaren en cualquier género de cultivo; 5º, animar y dar acción al comercio interior y exterior por medios semejantes a los anteriores, reparando o abriendo caminos cómodos y breves por sí mismo o por contratas; facilitando el tráfico con el establecimiento de mercados; presentando especulaciones productivas para que se emprendan e inspirando sobre todo la buena fe y religiosidad en el cumplimiento de los contratos y obligaciones; 6°, fomentar la industria proponiendo y concediendo premios a los que inventen, perfeccionen o introduzcan cualquier arte o género de industria útil, muy particularmente a los que establezcan las fábricas de papel, paño u otras, a los que mejoren y faciliten la navegación de los ríos y hagan menos dispendiosos, fáciles y cómodos los transportes por tierra. Para todos estos objetos usará de las liberalidades del comercio y agricultores y de las rentas sobrantes de propios de la provincia, poniéndose de acuerdo con los cabildos que cooperarán por su parte de todos modos.

 

Artículo 9° Será también del cuidado de las juntas informarse cuáles son los terrenos baldíos de las provincias y denunciarlos al pueblo para que los pretendan, y al gobierno para que los conceda, anunciando al mismo tiempo las ventajas que ofrezca y tomando el más vivo interés en que se repartan y cultiven.

 

Artículo 10º Como la fundación de pueblos en los países desiertos y en los caminos públicos facilita en gran manera el tráfico y el cultivo de las tierras, cuidará la junta de proponer proyectos de estos establecimientos donde sean más necesarios, explicando los medios que crea más adaptables y designando la posición que sea más cómoda y ventajosa. Estos proyectos se ejecutarán siendo de la aprobación del Gobernador militar de la provincia enviando al lugar señalado todos los vagos y mal entretenidos de la provincia, bajo la dirección e inspección de las juntas y de los comisionados que nombre para dirigir y arreglar el establecimiento. Cuando el número de vecinos sea tan considerable que pueda sostener un párroco, se le nombrará por quien corresponde.

 

Artículo 11º El procurador consular se ocupará de promover e ilustrar a la junta de todo lo que se dirija a mejorar la agricultura, comercio e industria de cualquier modo que sea.

 

Artículo 12° Las juntas subalternas tendrán tantos miembros cuantos la provincial quiera darles y sus funciones serán las que ésta les delegue. Ellas serán presididas por el juez de comercio donde lo haya o por el alcalde primero si falta aquél.

 

Artículo 13º Estas juntas subalternas se establecen o disuelven a voluntad de la provincial.

 

Artículo 14º Los jueces que la junta nombre conocerán y determinarán de los asuntos y contratos de que habla la cédula de 14 de junio de 1795 con las mismas formalidades que prescribe. El juez de comercio de la capital de la provincia, será Vicepresidente de la junta, pero no tendrá voz ni voto en ello sino cuando por ausencia del Gobernador político, la presida.

 

Artículo 15º De las determinaciones y providencias del juez de comercio se apelará ante un tribunal de alzadas, que se compondrá del gobernador político y dos colegas elegidos uno por cada parte contendiente.


Artículo 16º La cédula de 14 de junio de 179 5, citada en el artículo 14, será el código que regirá a los jueces y al tribunal de alzadas en todos los negocios judiciales de comercio en lo que no esté derogada por el presente decreto.

 

Artículo 17º Las juntas provinciales se corresponderán entre sí para informarse recíprocamente y ayudarse del modo posible. Ellas darán al Gobierno del Departamento cada año razón circunstanciada de los progresos y esperanzas que prometen sus proyectos de mejora o reforma, dirigiéndole también éstos.

 

Artículo 18º El presente decreto se ejecutará por ahora solamente en el Departamento de Cundinamarca y se comete la ejecución de él a su Vicepresidente.

Ubíquese y comuníquese a quienes corresponda. Dado en el Rosario, a 21 de mayo de 1820. 

SIMÓN BOLÍVAR

 

jueves, 24 de marzo de 2022

Fundación de Villa del Rosario, Norte de Santander

FUNDACIÓN DE VILLA DEL ROSARIO

Norte de Santander Colombia.

(24 de marzo de 1734)

Con el propósito de establecer la fecha real de fundación del municipio de Villa del Rosario, que erróneamente se viene considerando ocurrida el 5 de agosto de 1761, es necesario aclarar que esta fecha carece de toda certeza documental y obedece a un criterio simplista y a un interés caprichoso sin tener en cuenta a nuestros ancestros e historiadores en torno a un hecho de tanta connotación para los Rosarienses.

Al respecto debemos aclarar que por no existir la escritura pública de donación de estos terrenos malograda tal vez después del terremoto del 18 de Mayo de 1875, no se puede establecer una fecha  a la ligera como se hizo con la oficializada por el municipio,  (5 de agosto de 1761), sin tener en cuenta publicaciones y tradición oral de nuestros antepasados que nos acercan más a la realidad de esta fundación, mientras como dice Luis Gabriel Castro en su libro La Capital de la Gran Colombia después de escudriñar entre los archivos locales, regionales, nacionales y no localizar dicha escritura de donación de terrenos: “nuestro empeño ha dado en el vacío aun en la gestión del propio archivo nacional. Consideramos que otro más afortunado o más sagaz hallará lo que a nosotros ha sido por largo tiempo esquivo”.   
 
Ante este desacierto sobre la fecha de fundación del municipio, sin tener en cuenta a sus hijos, es considerada como una falta de respeto a los habitantes de esta tierra del General Santander y Cuna de Colombia.

La historia en su concepción más general es el estudio de los hechos históricos ordenados cronológicamente y verificables según los métodos de la crítica histórica.  De tal manera que  no podemos solventar tan livianamente de un trazo, un episodio tan importante como el origen de esta población “Tierra del Hombre de las Leyes, Capital de la Gran Colombia y Campanario de la Libertad”, en contravía con la metodología que impone la disciplina investigativa de los hechos por el deseo de cerrar  afanosamente un capítulo de la historia, sin tener  en cuenta la tradición oral  y escrita de nuestros antepasados e historiadores como es el caso de Luís Gabriel Castro  autor del libro “La Capital de la Gran Colombia” y Luis Fernando Fonseca Castillo. 

El Rosario de Cúcuta fue erigida como vice parroquia en 1735 como lo registra en su tesis doctoral Territorio, Economía y Sociedad. Desarrollo Regional en la Provincia de Pamplona, Siglo XVIII  del historiador  Amado Antonio Guerrero Rincón, quien tomo los datos del Archivo Notarial de Pamplona y el historiador Rosariense Luis Gabriel Castro en su libro La Capital de la Gran Colombia nos indica que  la Capilla Santa Ana  fue la primera iglesia levantada en la población  hacia 1738 y donde fue bautizado el Hombre de las Leyes el 13 de Abril de 1792, dependiente de la parroquia de San José de Guasimal (Cúcuta) y circunscrita a la jurisdicción de Pamplona desde 1735, cuando aquel conglomerado que se llamó originalmente La Fundación, tomó  el nombre de El Rosario en advocación de la madre de Dios a raíz de esta distinción religiosa con la que quedaban instituidas las labores de pastoral y administración de los sacramentos.   

La fundación de las ciudades, según el Jure Patronatus heredado por los españoles de los romanos, establecía que el acto de fundar se configuraba con la entrega del terreno mediante escritura pública, tal como lo hiciera por ejemplo doña Juana Rangel de Cuellar ante el alcalde ordinario Juan Antonio Villamizar para la fundación de San José de Cúcuta.

En el caso de nuestra población, la imposibilidad de localizar este documento público hasta hoy, es lo que ha dificultado fijar una fecha, pero su existencia y el nombre de sus fundadores Doña Ascencia Rodríguez de Morales acaudalada matrona que heredó de su esposo Don Juan de Morales y Don José Díaz de Astudillo gobernador y cabo de guerra de la ciudad de San Faustino de los Ríos, se ha podido determinar por la carta de solicitud de instauración de la parroquia que reposa en el Archivo de la Diócesis de Cúcuta bajo el título de “Autos sobre erección de Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Cúcuta, desmembrada de la de San José”. (Folio 103).

Cabe también  reiterar lo expuesto por nuestro historiador Luis Gabriel Castro en la mencionada obra cuando expresa  lo siguiente: “Y la capilla Santa Ana, que fue la primera que en la población se levantó en tapia y teja, su construcción se debió empezar hacia el año de 1738, según se desprende de la palabra del presbítero doctor Don Esteban Gutiérrez, cura de San José, en documento del 6 de Octubre de 1772, en el que para atacar la nueva erección dice: por no estar concluida la iglesia principal, faltarle el necesario ornato y estar las tres cofradías muy atrasadas, descaecidas y con muy poco culto al cabo de treinta y cuatro años de fundación según se acredita de la información que dejo presentada de nueve testigos de lo principal de la vice parroquia y de los que tienen mayores fondos allí, como se ve de la certificación del juez ante  quien se  practicó”.
El hecho de haber sido erigida como vice parroquia en 1735 y el haber construido una capilla hacia 1738, es porque ya existía un asentamiento humano anterior a la fecha de fundación que se tiene establecida y dicho asentamiento estaba constituido por los aborígenes pobladores y los primeros 170 colonos cabezas de familia integrados por catalanes, vascos y franceses que pisaron estas comarcas.
En consecuencia, debemos desconocer en lo sucesivo esta fecha incierta para honrar la tradición oral y escrita de nuestros historiadores y cronistas que también es sustentada en varias publicaciones regionales y nacionales.

Es por esto que lo escrito por nuestro cronista Luis Fernando Fonseca Castillo, lo cual es producto de la tradición oral a lo largo de su árbol genealógico, queda plasmado en el siguiente documento: 

Según Luis Fernando Fonseca Castillo, el 24 de marzo de 1734 tuvo lugar este importante acontecimiento. Para ello se remonta a su árbol genealógico desde su tatarabuelo Julián Castillo, español, nacido en Madrid en el año 1750, quien en las tertulias familiares relataba la llegada de los primeros colonos españoles a Villa del Rosario. De acuerdo a su descripción estos colonos y un misionero llegaron a Cúcuta el 19 de marzo, día de San José buscando el oriente tropezándose en su aventura con un río semicaudaloso; ante este obstáculo determinaron tomar la ruta del sur y fueron encontrando chozas diseminadas a lo largo del camino. En Villa Antigua, en el sitio donde está el Templo Histórico, hallaron un conjunto de viviendas de los indios Táchira, a lado y lado del río. Siguieron entonces hacia el sur revelándoseles las mismas construcciones de cobertizos a considerable distancia unas de otras. Regresaron el 23 de marzo y el 24, determinaron asentarse en el sitio que se conoció después como La Fundación disponiendo el terreno para construir las primeras enramadas del nuevo pueblo. Su bisabuelo Santos Castillo nacido en Madrid en 1780 y llegado a la Nueva Granada 30 años después, le transmitió estos mismos antecedentes históricos a su abuelo Juan de la Cruz Castillo Rojas y este a su vez a Ana Rosa, madre de Fernando. Entre los primeros colonos de aquella expedición vinieron familias de apellidos Rodríguez, Caviedes, Astidias, García, Aragón, Díaz, Rojas, Avendaño, Reyes, Contreras, Tamayo, Gelves, Omaña, Santander, entre otras.
Su bisabuelo Santos Castillo durante los episodios de la Guerra de Independencia, según nuestro cronista Fernando Fonseca, peleó al lado del General Bolívar en las batallas del Pantano de Vargas y del Puente de Boyacá.  Su tatarabuelo, Julián Castillo, que servía en las tropas de la corona española desapareció como el virrey Sámano en una fuga precipitada después de la derrota con lo que tenían puesto tratando de ganar los puertos de Honda y La Plata.
Santos Castillo se casó en el año de 1830, en Tunja con Tadea Rojas y se estableció en Santa Rosa de Viterbo. De este matrimonio y nativos de aquella población, hubo tres hijos que fueron: Juan de la Cruz, Sixta y Ángel Ignacio Castillo Rojas.
Juan de la Cruz Castillo, el mayor de aquella unión, abuelo de Fernando, nació en el año 1843. En 1863 contrae matrimonio en Soata (Boyacá) con Mercedes Ayala Vesga y allí nacen Justo Pastor, Estefanía y Santos.
En el año de 1872 viajaron a Rubio (Venezuela) su bisabuelo, abuelo, la abuela y sus tres hijos. Esta familia llego a la hacienda de La Alquitrana y allí nacieron: Inés, Ana Rosa (madre de Fernando) y Herminia Castillo Ayala.
Su bisabuelo Santos Castillo llegó a ser mayordomo de las haciendas de Leonardo Alarcón; una de esas haciendas era la Quinta San Vicente en Villa Antigua, la cual fue comprada por Leonardo en 1850 y paso a llamarse Quinta Alarcón hasta el año de 1943 que la compra el doctor Paco Guerrero y este la vendió en el año 1992 y hasta esa fecha se llamó Quinta Guerrero,  que hoy conocemos como Altos del Tamarindo y donde fue el primer cementerio indígena, según la información dejada por el padre José Antonio Ruan a doña Blanca Navarro quien asistió al presbítero hasta sus últimos días.
En 1905 fallece en esta población venezolana el patriarca Santos Castillo a la edad increíble de 125 años como testigo excepcional de tres siglos; pues vivió 20 años del siglo XXVIII, todo el siglo XIX y 5 años del siglo XX.
Esta tradición oral es el rasgo particular que le permite a nuestro cronista dejar un documento escrito para afirmar su tesis en torno al origen de nuestra población y que es reafirmada en los escritos que aparecen en las siguientes publicaciones donde se reseña 1734 como fecha de fundación del municipio de Villa del Rosario y no 1761 como aparece actualmente:

-  Norte de Santander- Así es Nuestro Departamento de Jorge Humberto Ibarra de Arte-Publicaciones. Página 73.

- Geografía Histórica y Económica del Norte de Santander del Contralor General del Departamento Jacinto Rómulo Villamizar Betancourt. Editorial Santafé-Bogotá, 1948, Tomo Primero, páginas 236, 241, 242.

- Directorio Telefónico del Norte de Santander 2001- 2002. Danaranjo S.A. Páginas Verdes.   
- Investigación y Desarrollo Social- No 20- 1999 Pagina 14. Antonio Cacua Prada de la Academia de Historia y de La Lengua.
- Sociedad Geográfica de Colombia. Academia de Ciencias Geográficas. Artículo del Boletín de la Sociedad Geográfica de Colombia Numero 63-64 Volumen XVII Tercer y Cuarto Trimestres de 1959 Pagina 6 por Manuel José Forero.
- EL TIEMPO. COM. Villa del Rosario: de interés cultural, 23 de septiembre de 2006.    

-  Fundaciones de ciudades y poblaciones 
Edición original: 2005-06-11
Edición en la biblioteca virtual: 2005-06-11 
Publicado: Biblioteca Virtual del Banco de la República 
Creador: Revista Credencial Historia.

- Ministerio de Cultura. Dirección de Patrimonio.  
Teniendo en cuenta estas pruebas documentales y orales se puede determinar que la fecha de fundación de nuestra población es el 24 de marzo de 1734 y no la que erróneamente se viene manejando.
TEXTO Y FOTO: Jesús Gerardo García Contreras

jueves, 23 de septiembre de 2021

LA BATALLA DE JUAN FRÍO

 

LA BATALLA DE JUAN FRÍO

 VILLA DEL ROSARIO NORTE DE SANTANDER COLOMBIA

En esta batalla fue fundamental la participación del General Rosariense Pedro Fortoul quien nació en esta Villa el 27 de mayo de 1.780.

Sus padres eran Esteban Fortoul y María Inés Sánchez  Osorio y Rangel de Cuellar, hija a su vez de Bernardo Sánchez y  Antonia Rangel de Cuellar y primo hermano de Francisco de Paula Santander.  Sus abuelos fueron Don Pedro Fortoul, oriundo de Guillestre, Francia, y Nicolasa Antonia De Santander oriunda de San Cristóbal (Venezuela).

Don Pedro Fortoul contrajo matrimonio a los 35 años de edad, en la Villa del Rosario con la dama doña Manuela García Nava, el 28 de Agosto de 1.805.

El 23 de Septiembre de 1819 junto con las tropas a su mando, acompaño al general  Carlos Soublette en la batalla que se libró en Juan Frío, la cual sacó definitivamente a los españoles de esta  región.

La manera como se desarrolló esta batalla es explicada dos días después por el general Carlos Soublette en parte que le dirige al Libertador Simón Bolívar y que fue escrito en el cuartel general de esta Villa,  como lo acota el historiador Rosariense Luís Gabriel Castro en su libro La Capital de la Gran Colombia.

Algunas partes de este contenido son las siguientes: “Organizado el ejército en dos divisiones de vanguardia y retaguardia, compuesta la primera de los batallones Bravo de Páez y Cazadores de Pamplona y un escuadrón de Guías a las órdenes del señor Coronel Carrillo y la segunda, de los batallones Primero de Línea, Boyacá y Tunja, a las del señor Coronel Briceño, me puse en marcha de la ciudad de Pamplona el día 20 y habiendo tomado las más exactas medidas para que el enemigo no supiese mi movimiento, logré llegar el 23 a las Once de la mañana al llano de Juan Frío sin ser descubierto; pero allí cuatro paisanos que enviaba el enemigo de vigías, me vieron y sin embargo que los siguieron se escaparon dos y trajeron el alarma al Rosario.

“Como estos caminos son desfiladeros interminables, tuve que hacer un alto de más de hora y media para reunir la división y cuando ya me preparaba a marchar sobre la Villa, rompió el fuego el enemigo sobre la cabeza de mi columna, casi a quemarropa y abrigado con los bosques de que está cubierto este país.

Inmediatamente hice marchar de frente por el camino principal y con guerrillas sobre mi derecha me dirigí al Rosario a paso precipitado, habiendo casi dispersado la fuerza que vino al encuentro y cuando llegó la vanguardia encontró ya la Villa evacuada y que el enemigo aceleradamente había seguido el camino de San Antonio; lo perseguí con la caballería al galope e hice que siguiese toda la columna.

“La retaguardia enemiga fue alcanzada del otro lado del Táchira, pero siguió siempre su movimiento en retirada hasta el pie del Alto de Las Cruces, camino de La Grita, en donde con las cuatro compañías del Tambo y Numancia tomó posiciones para proteger su operación.

Conociendo que era infructuoso empeñar una gran fuerza contra una posición tan fácil de defender por su naturaleza, destiné las compañías de cazadores Primera y Segunda del batallón Páez, la de tiradores de los Cazadores de Pamplona, la de Cazadores del batallón de Boyacá y la de Cazadores del batallón de Tunja; el enemigo se defendió con bastante firmeza, pero al cabo de hora y media de un fuego muy sostenido, perdió todos sus puntos y fue a retirarse hasta La Cumbre, perseguido por nuestros cazadores.

“El enemigo dio entonces una carga y empeñó el batallón de Navarra que lo había tenido en reserva; nuestros cazadores que ya habían consumido todas sus municiones, tuvieron que retirarse; el enemigo se alentó y cargó al trote. Auxilié a los cazadores con el batallón de Línea de Nueva Granada y fueron los enemigos nuevamente rechazados y obligados a retirarse hasta La Cumbre. Era ya casi de noche y apenas se divisan los objetos, había consumido más de las dos terceras partes de mis municiones, la tropa estaba sumamente fatigada, después de cuatro horas de fuego por un terreno tan fragoso y de dos días de marcha sin comer y tanto por esto como por no quedarme sin un cartucho, me vi en la necesidad de mandar suspender el fuego en todas partes y volví con el ejército a San Antonio, a donde llegué después de la ocho de la noche y tomé cuarteles.

“Como a las doce de la misma noche recibí el oficio de V. E. del 13, en que se sirve comunicarme su posterior determinación acerca de los movimientos que debe hacer el cuerpo que está a mi cargo y como en el artículo sexto me manda V. E. que a los ocho días de recibido me ponga en marcha a ejecutarlos, no he continuado mis operaciones sobre Latorre, el cual antes de amanecer el día de ayer pasó por Capacho y sin detenerse siguió sobre Táriba.”

 

jueves, 22 de julio de 2021

CARTA DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL SANTANDER

 CARTA DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL SANTANDER, FECHADA EN EL CUARTEL GENERAL DEL ROSARIO DE CUCUTA EL 22 DE JULIO DE 1820, EN LA CUAL ENTRE OTRAS COSAS LE EXPONE SUS APRECIACIONES ACERCA DEL ARMISTICIO EN PROYECTO. *

Cuartel general del Rosario de Cúcuta, a 22 de julio de 1820.

Al señor general Santander.

Mi querido general:

Por la última correspondencia de Guayana vuelvo a saber algunas noticias viejas y otras nuevas, que son poco más o menos éstas. Soublette se ha recibido de vicepresidente y dice que lo único que puede decir es que no hay un maravedí y que todo ha de salir de Guayana para aquel departamento. Que se hallaba Bermúdez en San Fernando de Cachicamo con no muchas tropas de todo el oriente. Yo temo que las ataquen y las destruyan. Que escribe Vergara vienen fusiles 12.000 vestuarios, pólvora, municiones, etc.; estas son las palabras de Vergara, no se sabe si son fusiles o vestuarios.

Vélez estará ya cerca de Casanare con 3.000 fusiles y otros elementos militares. Incluyo a usted una carta de él y también una gaceta francesa para que se extracte el cuadro de la opinión en Francia, el mismo día que Fernando renunciaba en España su despotismo.

Sucre estará en Guasdualito con cerca de 4.000 fusiles y otros objetos militares; pero nada puede venir ahora por las inundaciones. Acaba de llegar Manselo de Guasdualito y ha gastado 32 días en el camino, por lo mismo no viene ganado.

El señor Zea se llevó el dinero que tenía Hamilton en San Thomas; cambió a bajo precio las barras de oro para llevárselas: libró dineros a favor de Marino y de otros individuos inútilmente y últimamente se ha llevado una autorización ilimitada y absoluta del congreso para hacer todo lo que crea conveniente para la república. En consecuencia, se ha llevado todo el dinero que no pudo emplear Sucre; y, además, retardándose y no yendo a los Estados Unidos, aquel gobierno ha paralizado todo en la esperanza de tratar con él. Se perdieron, pues, momentos preciosísimos: la España ha cambiado de política en el interior y la América está contenta con ella. Roscio me comunica haber llegado un oficial español a Barbada trayendo pliegos para Morillo para que suspendiese las hostilidades hasta la reunión y decisión de las Cortes. Yo pienso que sus órdenes serán más latas por el espíritu de su propio oficio de 17 del pasado. Roscio me escribe un volumen sobre las ventajas de seducción que se pueden sacar del armisticio.

Revenga dice de oficio, que debemos pensarlo mucho. . . por estas consideraciones: las posiciones que ocupamos, no todas convenientes; el deseo de la paz que tiene la península y la incertidumbre que ofrece el espíritu de las Cortes que pueden alentarse o desalen­tarse en razón de nuestra conducta. Todos dos tienen razón, pero yo me adhiero a una negativa absoluta si no hay oferta de independencia. Para vencer a los españoles es preciso ser de acero; nada nos cuesta suspender las hostilidades de hecho, si nos conviene, y mucho nos puede costar suspenderlas de derecho, porque la menor confianza nos puede perder y la menor infracción deshonrar.

Espero en el curso de este mes una respuesta de Morillo de mi oficio a Latorre, y también la llegada de los diputados enemigos. Es imposible calcular el crédito que nos dará una repulsa absoluta, y quizás una negativa producirá más bienes que una seducción: el bloqueo de Cartagena continuará y el momento propio del invierno para obrar los enemigos cesará y nosotros quedaremos en una actitud muy respetable; siempre en libertad de dar los golpes convenientes, y siempre obrando con mucha circunspección para no perder el brillo y os trofeos de Boyacá, ¿qué le parece a usted esto? Mucho hay que decir contra, más yo creo que mis réplicas serían mayores. Una gran defección del ejército enemigo no es posible dejando a sus familiares en el bando opuesto: nuestra negligencia siempre creciente se aumentaría; los intrigantes harían su papel quizás la ambición se mantendría de sus cenizas ya frías; la inmensidad de nuestro campo se convertiría quizás en inmensa soledad y sin quizás en un desconcierto total; tenemos dos fuentes de autoridad, el gobierno y yo, alguna discordia; nuestros gastos continua­rían inútilmente; la España podría sacar de entre sus ruinas algunos tesoros ocultos que ahora son desconocidos y que ningún cálculo humano puede ni aun presentir. La Europa es muy fuerte, la América es muy nueva y muy inocente, en tanto que aquélla es cruel y suspicaz; deseando el enemigo armisticio debemos nosotros alejarlo, porque es cierto que nuestros intereses son opuestos. Así dis­curriendo podría multiplicar los motivos de mi opinión en esta materia.

Haga usted imprimir, como si fuera en España, la proclama de Quiroga del 5 de enero con un mismo carácter toda ella, y sin añadirle ni quitarle una coma; se entiende en un pliego volante para mandarla a las tropas españolas en todas direcciones.

Soy de usted de corazón.

Su amigo,

BOLÍVAR



 

martes, 6 de julio de 2021

MAESTRO ANTONIO BARRERA

Francisco Antonio Barrera Maldonado virtuoso compositor de nuestra hermosa música colombiana, nació en Cucutilla Norte de Santander el 14 de Julio de 1929 es el menor de seis hijos del hogar formado por León Eleuterio Barrera y Ana Joaquina Maldonado. Llega a la Villa del Rosario cuando apenas contaba con 6 años de edad, hizo sus primeras letras en la escuela Pedro Fortoul hoy Colegio Manuel Antonio Rueda Jara. Desde niño mostraba el deseo de seguir los pasos de su padre y al llegar de la escuela se sentaba en el armonio que había en su casa para interpretar las canciones que escuchaban. El maestro Barrera se inició muy temprano en el arte de la música siendo su primer maestro su señor padre de quien recibió una buena y muy rígida formación.  A la edad de 14 años canta su primera misa en latín en el municipio de Lourdes despertando la admiración y el elogio de todos los habitantes y allí permaneció durante 3 años posteriormente regresa a la Villa del Rosario y se integra como corista en la Iglesia del Municipio Pedro María Ureña del estado Táchira. En 1947 viaja como corista al municipio de Toledo y de allí pasa al municipio de Lebrija ejerciendo el mismo oficio durante un año. La nostalgia que lo embarga por estar lejos de la tierra que lo adoptó como su hijo hizo que regresará nuevamente a esta Villa, al regresar asume como corista en la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario acompañando al Padre Flores, Sandalio Anaya y a monseñor Mario Laguado Guerrero durante 16 años.  En la década del 70  ejerce como docente en el área musical en los Colegios General Santander, María Inmaculada y en las escuelas existentes para la época, pero por situaciones politiqueras la administración municipal de aquel entonces decide retirarlo de dicha actividad privando a los jóvenes Rosarienses y aprovecha la gran capacidad y experiencia de este ejecutor del arte musical. En 1957 contrae matrimonio en San Antonio del Táchira con la distinguida y encantadora dama venezolana Irma María Maldonado matrimonio fruto del cual perduran 7 hijos con la grata compañía de 12 nietos y un bisnieto. El maestro Antonio Barrera interpreta magistralmente el trombón, la trompeta, el bajo,  la guitarra, el tiple, acordeón y el órgano, ha compuesto más de 120 canciones además de la música del himno del Liceo Manuel Felipe Rugeles de San Antonio del táchira y del Colegio Luis Gabriel Castro de nuestro municipio. Fue corista de la Iglesia de San Antonio del Táchira desde 1957 hasta el año 2000, hizo parte de la orquesta de Cámara del Departamento Norte de Santander y de la orquesta del Maestro Manuel Alvarado, estuvo al lado de grandes maestros como Víctor M. Guerrero, Benjamín Herrera y Pablo Tarazona. En 1943 integra la Banda del Municipio de Villa del Rosario. En 1958 en la inauguración de la Voz de la Gran Colombia junto con los hermanos Miranda, Ramón Rodríguez, Fernando Jaimes cabeza de hacha y Ciro Rodríguez forman el conjunto Ecos de Colombia y que actualmente se llama Aires de Mi Tierra. Este insigne cantautor modelo de vida como padre, esposo, amigo y artista se convierte en un ejemplo a seguir por las futuras generaciones

jueves, 1 de julio de 2021

CARTA DEL LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR PARA EL GENERAL SANTANDER

 CARTA DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL SANTANDER, FECHADA EN EL ROSARIO EL 1° DE JULIO DE 1820, CON DIVERSAS NOTICIAS Y CONSIDERACIONES SOBRE LAS ACTIVIDADES DEL EJERCITO PATRIOTA. *
El Rosario, 1° de julio de 1820.
A S.E. el general F. de P. Santander. Mi querido general:
He recibido en este momento la comunicación de Vd. de 19 del pasado, en que me avisa que a fines del mes salía la expedición de Honda. Mucho se ha retardado y quién sabe si hace falta para el ataque general que iban a dar el 25 del pasado Córdoba a Mompox, Maza al Banco y Lara a Chiriguaná. Siguiendo nuestra buena costumbre no hemos perseguido las tropas derrotadas en Laguna Salada. Lara ha reunido 1.200 hombres y ha venido a buscar a Carmena que replegó a Tamalameque, donde se reunió con Lara el 20. Lara ofrecía batirse el 25 y también ofrecía el triunfo. ¡Dios se lo haya concedido! para no vernos en apuros.
Será buena fortuna si triunfamos en todas partes; yo temo que alguno salga mal, probablemente será Córdoba y ojalá que no sea Lara: estoy temblando a pesar de que nada debe presagiarme su derrota.
Un capitán Araque, práctico del Zulia, lo mandé con 100 hombres a abrir las comunicaciones con Maracaibo; fue derrotado y, por consiguiente, debemos inferir que Montilla no está en Maracaibo.
Por el cura de la Grita sabemos que Escuté ha sido pasado por las armas con 300 más en Valencia, Caracas y Puerto Cabello, a causa de una gran conspiración contra Morillo y a favor de los liberales y de nosotros: los personajes eran comerciantes, magistrados y militares. Haga Vd. todas las observaciones necesarias y que se publique esta noticia.
Tres soldados de caballería de La Torre se acaban de pasar; aseguran que los demás quieren hacer lo mismo.
Sabemos que de Maracaibo llaman a La Torre, y Morillo hace lo mismo; se confirma la derrota de Lima por los enemigos de Bailadores, añadiendo que también cayó la columna de González que fue a Maracaibo y llegó al campo de batalla, más esto último no parece probable.
Está bueno el boletín del triunfo del ejército del Sur; no me gusta la palabra de traidor López, habría sido mejor comandante: sien¬to que no se nombren los oficiales de "Albión"; sin duda que esta ocasión será de Valdés, siento que no se imprima bien el nombre del comandante de "Albión" y sentiré que Guayaquil tenga murallas, pues desearía que no las tuviese ni aun en el boletín.
Pida Vd. a Tunja cien fusiles que están allí, y cien que están en Pamplona marcharán también para que se cubra el Chocó.
Que venga Ibáñez a servir, y lo celebraré mucho.
Extraño que Valdés no haya repetido su parte: el primero será la evacuación de Popayán 
La Torre no ha sido reforzado, ni Maracaibo tomada.
Es muy bueno que paguen con gusto la contribución; y es muy malo que se acabe el agua fuerte.
Briceño no tiene facultad para dar licencia absoluta.
Desearía que las buenas noticias de Providencia fuesen fusiles.
El 8 del corriente saldrá Urdaneta con 2.000 hombres a desalojar a La Torre; para entonces se sabrá ya el resultado de Lara y del Magdalena: si sufrimos reveses es más necesaria esta operación para alejar estas fuerzas y que no combinen sus operaciones los enemigos; La Torre no tiene más que 1.000 hombres, según todos los informes posteriores. Con doble fuerza debemos triunfar. Ahora nos están observando muy de cerca y no nos podemos menear sin su beneplácito y sucederá lo contrario si los echamos de Bailadores. Soy su afmo. de corazón.
BOLÍVAR

jueves, 10 de junio de 2021

CARTA DE BOLÍVAR PARA SANTANDER

 CARTA DE BOLÍVAR PARA EL GENERAL FRANCISCO DE PAULA SANTANDER, FECHADA EN EL ROSARIO EL 10 DE JUNIO DE 1820, EN LA CUAL HACE CONSIDERACIONES EN TORNO A LA MARCHA DE LA GUERRA Y TAMBIÉN SOBRE MOTIVOS PARTICULARES. *

El Rosario, 10 de junio de 1820.
A S.E. el General F. de P. Santander.

Mi querido General:

Acabo de tener el gusto de recibir su carta de 29 del pasado, que voy a contestar; pero antes diré algo de lo que no es contestación:
Parece que el estado del ejército de Morillo es bien triste por lo que dice un oficial y un cirujano pasados. ¡Qué útil sería aprovechar las oportunidades! Muy inclinado estoy a emprender algo por el Occidente. De todos modos dentro de tres meses me veré las caras con Morillo. El I9 de septiembre emprenderán sus marchas nuestras columnas, por consiguiente todas deben estar aquí para fines de agosto y también el batallón de Bogotá con 1.000 plazas, equipado y disciplinado lo mejor posible. En estos tres meses tenemos que hacer mil cosas; no solamente para mantener estas tropas, sino para po¬nerlas en estado de marchar y de combatir. Debemos pues apurarnos extraordinariamente para no perder el tiempo, ni el fruto de tantos sacrificios.
Confieso a Vd., con la más franca ingenuidad, que me causa un verdadero dolor las quejas de la alta Corte de Justicia de Cundinamarca. Yo no sé si tiene o no razón, me alegraría que la tuviera para que fuese justa, y sentiría la sinrazón del Congreso, porque es de Venezuela, no por su composición ni por sus miembros. Los de estos dos cuerpos me son perfec¬tamente iguales. Mas las discordias que nacen de la unión que yo he procurado formar, me hacen sufrir las agonías del suplicio. Haré otra confesión: la causa única, por decirlo así, que me ha animado a proponer la creación de Colombia ha sido la idea de destruir para siempre los motivos de odio, de discordancia y de disolución. ¡Si estos se aumentan que horro¬roso chasco!
Desde que salí de aquí la primera vez para Caracas, iba firmemente resuelto a dejar el mando el mismo día que libertase mi patria: la guerra me forzó a mandarla para poder combatir con suceso, o por lo menos con esperanzas. Esta resolución se ha aumentado en mí progresivamente en razón del tiempo y de los sucesos, y cada día se multiplica en progresión geo¬métrica. Muchas veces he dicho a algunos de mis amigos que yo me hallo en alta mar buscando un puerto donde desembar¬car. La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto es precioso en el mundo. Ya lo he proclamado a la faz de Venezuela: el primer día de paz será el último de mi mando: nada hará cambiar esta determi¬nación. Se podrán amontonar sobre mi cabeza, todas las tem¬pestades del cielo, abrírseme a los pies todos los abismos, con¬vidarme la fama con un 

templo en la última posteridad; ofre¬cerse el Paraíso a mis delicias; pero yo, más fuerte que el inflexible Catón, quedaré inexorable como él. Por fin diré: si no me queda otro camino que el de la fuga, ese será el de mi salvación.
La contribución me parece admirable; el ejército la pagará, pero no debe hacerlo Pamplona, porque esta Provincia ha padecido y padece diariamente infinito.
Me alegro mucho que Albión y Mariquita, tengan tre¬ce compañías.
No es fundado el temor que Vd. tiene con nuestra escua¬drilla, porque ella se está portando muy lindamente: que lo diga El Banco. Ya he dicho lo que debemos hacer con las tropas del Magdalena.
La escuadra del Zulia puede sufrir inconvenientes si la echamos al agua sin todos los requisitos necesarios; pero si nuestras tropas amenazan a Maracaibo, cuente Vd. con el suceso.
Lo que Vd. dice de la operación contra La Torre es muy exacto.
Agradezco la quinta: agradeceré aún más que me com¬pongan el jardín, y todavía agradeceré más a la fortuna que me deje pasar algunos días en ella, en paz y sin mando; para después pasar este goce en toda propiedad a mi amigo San¬tander.
Me alegro de los 500 libertos, y siento que se pierdan en el tránsito: hágalos Vd. solicitar con una antorcha.
Me parece muy bien que los cívicos vengan a campaña, o que paguen a los que van a morir por su cuenta.
La inhibitoria es de dinero, no de donativo para el señor Rodríguez y compañía. Lo diré mejor para que no haya du¬da. A esos buenos godos se les inhibe de tener plata, para que se hagan patriotas, e iguales con los demás.
Está Vd. muy de buen humor con los treinta mil pesos que ya me habrá mandado, y yo también he participado de esta alegría pura, speranzado de los cien mil más para inhibirlo a Vd. del resto. ¿No soy barato?
Me alegro de saber de nuestra amable familia: me equivo¬qué, pero hablando por los dos puede ser que no me equivo¬que. ¡Pobre mamá! ¡Las pesadumbres de Plaza la han de llevar al borde del sepulcro! Qué interesante estará la sentimental Bernardina suspirando, leyendo y hablando del ingrato Plaza. ¡Qué hermosa estará Nicolasa! ¡Pobre Baloe con tan buena moza y tan pocos reales! ¡Pobre Pepita con calenturas y tan formal que nada promete a la felicidad futura de su casa! [1]

Contesto la adición: gracias a Dios que marcha Valdés, y que tiene confianza en sus tropas, y que Calzada no es fuerte, y que se pasan los soldados armados.
Siento que Manrique no sirva y que Mires esté enfermo y que Moreno no sea mejor para el Estado Mayor, a pesar de que tanto lo desean. Pero allá va la orden para que quede, y venga Manrique.
Que vuelen los angelitos: que se canten las letanías y nos¬otros diremos amén. He dicho.
Soy su afmo. amigo de corazón.
BOLÍVAR.

lunes, 3 de mayo de 2021

El Alto de la Cruz

El monumento de la Cruz se encuentra en el lugar que antiguamente llevaba por nombre barrio El Rastrojo, era uno de los seis barrios que conformaban la antigua población. Según la tradición oral de nuestros ancestros dan como el sitio de aparición de Nuestra Señora del Rosario.

Esta cruz de madera fue traída en 1.875 por los Padres Redentoristas españoles. Ellos vinieron en una Semana Santa anunciando el terremoto; la gente no les creyó, como recuerdo la dejaron en ese lugar que antes era conocido como El Calvario.

También se dice que esta cruz fue colocada, para ahuyentar el miedo ya que por esos alrededores escuchan con frecuencia el grito de la llorona y el paso de un jinete montado a caballo vestido de capa negra y una espada al cinto.

Luis Gabriel Castro en su libro La Capital de La Gran Colombia, con respecto a este monumento dice lo siguiente: “Cincuenta metros antes de llegar al puente que se construyó sobre la quebrada de Los Ángeles y que une a la antigua con la nueva población, se encuentra un sencillo monumento de índole estrictamente religiosa, que se conoce con el nombre de Alto de La Cruz; por mucho tiempo sirvió de signo de la común romería todos los años el día 3 de mayo. La festividad culminaba en solemne procesión, cánticos litúrgicos y discursos alusivos, constituyendo un acto de apretada hermandad entre la totalidad de los habitantes de la Villa. Hoy, tan bella y emocionante tradición ha desaparecido”.

lunes, 5 de abril de 2021

El Rosario Y Su Historia

El Cerro de las Muchas 
Escobas Palito Negro
Tierra para pintar las casas