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Villa del Rosario, Norte de Santander, Colombia
Presidente Asociación Centro de Historia e Investigación de la Villa del Rosario. Autor de la Ruta Turística Viajando por la Capital de la Gran Colombia en rescate de nuestra identidad. Coautor del libro Viajando por la Capital de la Gran Colombia a través de la recreación en el medio natural

viernes, 21 de mayo de 2010

CASA HOSPITAL DOCTOR JOSÉ JACINTO MANRIQUE



Esta ubicada en la carrera 6ª entre calles 6 y 7 en el barrio El Centro. Es mal llamada casona pues su verdadero nombre es “Casa Hospital Doctor José Jacinto Manrique”.

José Jacinto Manrique nació en el pueblo de Cerinza en Boyacá en el año 1.857; era de estatura mediana, fornido de cuerpo, de genio apacible y bondadoso.

Su equipaje era fuera de lo común, retortas para preparar menjurjes, anafres para sahumerios y una colección de grandes libros de medicina.

Conocía todas las ramas de la medicina; curaba enfermos mentales, era partero, cirujano, pero lo más singular de este bondadoso médico, era que no le cobraba a los pobres por su consulta e incluso les regalaba la medicina para su curación.

Aspiraba el vapor de las hojas de pedro noche que usaba para curarse el asma y acostumbraba dormir en un ataúd cuando se sentía enfermo y lo hacia ya que si moría quedaba listo para que lo llevaran y lo sepultaran. También era su costumbre que cuando moría algún pobre y su familia no tenia con que comprar el cajón, regalaba el suyo y encargaba otro al señor Luís Lamus quien hacia los ataúdes y vivía una cuadra más abajo de su casa en la carrera 5ª con calle 6ª en el barrio Piedecuesta diagonal a Esquina Redonda.

En uno de los cuartos de su amplia casa guardaba los remedios que el mismo preparaba en el sótano que tenía en la parte posterior de su residencia y al cual no permitía el acceso de nadie. Con esta medicina curo por ejemplo a Ana Francisca Contreras quien vivía en la carrera 5ª Nº 3-57 del barrio La Pesa hoy Fátima (madre de Jesús Gerardo García Contreras), al señor José Agustín Granados Torres (quien fue alcalde en varias oportunidades y se turnaba este cargo con el doctor José Jacinto Manrique), a Carmen Pulido (quien vive en el barrio Piedecuesta) y estuvo hospitalizada en esta casa durante seis meses ya que sufría de nervios, a Agustín Contreras más conocido como “Tilinguillo” o “Pura UCA” que vivía en la calle 1ª con carrera 7ª del barrio La Pesa (Hoy Fátima), a su ahijado Luís Fernando Fonseca Castillo (quien vivía en la carrera 6ª del barrio La Palmita y falleció el 10 de Febrero del año 2.006 ), a Luisa Espinosa (quien vive en calle 3ª entre carreras 5ª y 6ª del barrio Fátima) y un caso muy especial fue el ocurrido a Luís Coronel quien fue herido de dos tiros por parte del catire Patrocinio en el Cerro de las Mucuras al lado occidental del municipio y que sirve de limite entre esta población y la localidad de Los Patios (antiguamente perteneciente al municipio de Villa del Rosario) y concretamente en el callejón de la Juana Paula.

Uno de los tiros le entro por la boca y se le incrustó cerca de la aorta, donde le coloco una cataplasma con medicina preparada por el mismo y lo amarro con un gancho de mataburro. La otra bala le entro por el estomago y se le incrusto cerca de la columna, donde le coloco otro cataplasma y encima una pesa; luego lo llevo al cuarto de operaciones y lo ato de manos y pies y a los 3 días mando a llamar al alcalde, para que fuera testigo de que las balas si habían salido, como realmente aconteció. También curo a Antonio Bastos que padeció de fiebre amarilla

Operaba a sus pacientes y los cosía con agujas e hilo y luego los bajaba bruscamente de la mesa y los hacia caminar para cerciorarse de que habían quedado bien cosidos.

Curo enfermos y heridos desahuciados por otros médicos de la región, sin cobrar ni un solo peso. Era tal su fama y lo acertado en los diagnósticos que cuando algún paciente era llevado a la ciudad de Cúcuta para ser visto por otro galeno, este preguntaba: ¿de donde vienen? y al responderle que de Villa del Rosario, volvía a preguntar ¿ya lo vio Manrique? Y al responderle que si, surgía el nuevo interrogante ¿Qué dijo Manrique? Y al contestarle que había dicho que ya no se podía hacer nada, inmediatamente llamaba a los familiares aparte y les decía: prepárense para el desenlace final.

La entrada a la casa hospital era gratis, pero la salida era por orden del médico.


Llego a este municipio a finales del siglo XIX y fue alcalde en 4 ocasiones.
El 6 de Mayo de 1.921 siendo alcalde, cuando se cumplían 100 años de haberse celebrado el Congreso de la Gran Colombia, inauguro los monumentos del parque Centenario de la zona histórica, le sembró los árboles y las plantas que lo adornaron hasta su reforma en 1.971.


En 1.895, inicio la construcción de su hermosa casa, que ocupaba casi toda una manzana y que desgraciadamente hoy esta mutilada y con su pasadizo secreto completamente tapiado.

La construyo con cuatro ventanas de cuerpo entero; dos al sur y dos al norte, con su portón y contraportón para poder ingresar montado en caballo, hasta su patio principal.

Sus habitaciones alrededor del corredor son amplias y altas y en la parte posterior de la casa le construyo un sótano donde practicaba la medicina homeopática en medio de menjurjes y pócimas y desde allí mantenía comunicación con el más allá.

Junto al sótano construyo el túnel que en la actualidad tiene su entrada obstruida y fue allí donde escondió las armas y a sus amigos que lucharon en la guerra de los 1.000 días.

Con la imprenta que adquirió en 1.908, funde el Semanario “Ecos de La Frontera” en 1.913. A través de este Semanario lucho incansablemente por el progreso de la población y fomentó la hermandad colombo-venezolana. De este semanario aparecieron 14 números.

Al doctor Manrique le correspondió como alcalde, presentar un informe ante la Secretaría de Hacienda del departamento con fecha 5 de Junio de 1.925, denunciando la perdida de los dineros que la Asamblea del antiguo Estado soberano de Santander, había facultado recaudar para construir el acueducto de la nueva población después del terremoto de 1.875, a través de un tributo de 10 centavos sobre cada 1.000 pesos de riqueza territorial y durante 20 años se logro recaudar 14.000 pesos de los cuales todos se perdieron.

Después del Hospital del Sagrado Corazón de Jesús construido por el padre Manuel María Lizardo, esta casa fue el segundo hospital en importancia desde 1.900, hasta su muerte acaecida en 1.947.

Otra de las virtudes del doctor Manrique era que tocaba piano a dos manos con sus hijas Justina (nombre que también llevaba su esposa) y María Cristina y por cierto del piano no se sabe quien se quedo con él.

Esta casa su hermana Carmen la vendió a la familia García Herreros de la ciudad de Cúcuta y estos posteriormente al gobierno municipal en 1.988.

Hoy, no entendemos porque esta mansión de un enorme valor cultural, no ha sido rescatada en toda su dimensión, como una joya de la arquitectura del siglo XIX y como una fuente de ingreso para la cultura regional.

lunes, 17 de mayo de 2010

Cancha Camilo Daza

CANCHA CAMILO DAZA BARRIO LA PALMITA

Su nombre en honor al capitán Camilo Daza quien trajo el primer avión desarmado en barco desde España hasta Maracaibo. Allí no lo pudo poner a funcionar porque pensaron que era un atentado contra el dictador Juan Vicente Gómez.

Luego de un año lo trajo hasta Cúcuta, donde lo puso a funcionar. En ese entonces la gente pagaba 35 pesos por verlo volar. Con ese dinero montaron la primera empresa aérea; compraron en Bogotá un avión llamado Bolívar con el que aterrizo el capitán Camilo Daza el 22 de Septiembre de 1.922 en las tierras que eran propiedad de don Cristóbal Gutiérrez, quien era el principal ganadero de la localidad y también tenia un negocio de víveres cerca al parque Pedro Fortoul Hoy, Parque Los Libertadores.

Como era la persona de mejor posición económica, fue el único del pueblo que pudo darse el lujo de planear y dar una vuelta en el aeroplano.

Al regreso lo esperaban sus amigos y su mayordomo con una gran admiración y don Cristóbal Gutiérrez al bajarse del avión le pregunto al mayordomo, ¿la sangre huele? Y él le contesto si, la sangre huele y don Cristóbal le dijo ¿a que? Y el mayordomo le responde a mierda y entonces don Cristóbal dijo “agarrenme” porque vengo herido.


TERCER ACUEDUCTO DEL MUNICIPIO (LA BOMBONA)

Al frente de la Cancha Camilo Daza podemos observar la bombona que fue el tercer acueducto del municipio, mandado a construir en Chicago en 1.945 y montado en 1.948, con la capacidad de 125.000 litros de agua en la administración del alcalde José Agustín Granados Torres.

Don Agustín, como era costumbre en el pueblo llamarlo se convirtió por obra y gracia de sus paisanos en una leyenda como autoridad civil de la Villa del Rosario por el temperamento fuerte con que manejó la administración pública en los tiempos difíciles de la violencia partidista.

En sus funciones de alcalde fue inflexible. Por ejemplo, a los ladrones de gallinas, les colocaba un letrero que decía: “Soy ratero de gallinas” y los paseaba con un redoblante por el parque Pedro Fortoul, Hoy los Libertadores y por las calles de la población.

El hecho que más evidencia su carácter severo y férreo sucedió con su propio hijo Víctor Julio Granados Tarazona. Siendo alcalde don Agustín hizo podar un árbol de acacio frondoso que se encontraba en la calle 5ª con carrera 7ª frente a la casa donde funcionaba una tienda de su hijo y este al percatarse del hecho y de quien lo había ordenado, entro en cólera, cogió un machete y lo cortó totalmente. Enterado don Agustín de esta situación, llegó hasta el sitio y dijo: ¿ah lo tumbó? ¡Métanmelo al calabozo! Fue la orden a sus policías.

FESTIVIDADES DE SAN PEDRO Y SAN PABLO



En la Cancha Camilo Daza se festejan actualmente las Fiestas de San Pedro y San Pablo, las cuales han venido perdiendo parte de sus costumbres, ya que antiguamente el 29 de Junio, en estas festividades participaban todos los barrios de la época como eran Villa Antigua, Piedecuesta, La Pesa (hoy Fátima), Centro, Gramalote y La Palmita.

En la principal esquina de cada barrio se levantaban arcos triunfales, de los cuales colgaban diversas frutas de la región. Hasta las cuatro de la tarde, esto se convertía en una romería de gente y para los jóvenes era un verdadero espectáculo de recreación.

A las cuatro de la tarde elevaban un gallo vivo en la parte central de cada arco, el que debía ser arrancado con las manos de apuestos jinetes que a gran velocidad trataban de desprenderlo de la fuerte cuerda que lo sujetaba.

A la par con esto a cierta distancia también se efectuaba otro espectáculo más primitivo que consistía en enterrar un gallo fino en un hoyo, quedando por fuera solo el cuello y la cabeza.

Después una persona con los ojos vendados y con sendos machetes en las manos, realizaban piruetas al son de tiples y maracas; iba avanzando lentamente hacia el punto donde calculaba que estaba la cabeza del gallo, la cual era defendida por otra persona a través de dos gruesas varas para no permitir que le cortaran la cabeza al gallo.

A pesar del vendaje que tenia en los ojos la persona que manejaba los machetes, después de un buen tiempo lograba arrancar la cabeza del gallo, el cual era llevado por los organizadores para preparar un delicioso sancocho y seguir la fiesta, mientras el resto de asistentes bajaban las frutas que se encontraban en los arcos.

Ruta Turística Viajando por la Capital de la Gran Colombia


Bienvenidos a la Capital de la Gran Colombia, tierra del Hombre de las Leyes, Campanario de la Libertad, tierra de mujeres hermosas, tierra de surcos fecundos, tierra de raza bravía, como lo dice nuestro himno “Bajo el Cielo Rosariense” letra de José Darío Jaimes Díaz y música de Fernando Jaimes.
Bajo el cielo Rosariense vio la primera luz el General Francisco de Paula Santander y Omaña que nació un 2 de Abril de 1792, en la casa de tapia y teja con su altillo a la esquina y bautizado el 13 de Abril del mismo año en la Capilla de Santa Ana.
Sus padres, Juan Agustín Santander y Colmenares quien nació en el año de 1745 en San José de Cúcuta y doña Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez, bautizada en la Villa del Rosario el 24 de Abril de 1768.
En esta tierra también nacieron el General Pedro Fortoul Sánchez el 27 de Mayo de 1780 y quien acompaño con las tropas a su mando al General Carlos Soublette, en la batalla de Juan Frío, el 23 de Septiembre de 1819 y que lanzo definitivamente a los españoles de esta zona. Murió en San José de Cúcuta el 5 de Enero de 1837.
El Coronel José Concha quien participo en la batalla de Cúcuta el 28 de Febrero de 1813, donde dio pruebas de su valor, ya que a pesar de haber sido herido en una de sus muñecas no desfalleció. Producto de una traición, el Coronel Concha, junto con su hijo Vicente Concha Maldonado caen muertos en una de las calles de San Luis el 3 de Noviembre de 1830.Fruto Joaquín Gutiérrez de Caviedes, nació el 27 de Octubre de 1770. Hizo parte de la Junta de Gobierno que el pueblo eligió el 20 de Julio de 1810. Muere fusilado en Pore, el 25 de Octubre de 1816, por parte del Coronel Matías de Escute.
José María Gutiérrez de Caviedes, fue bautizado el 18 de Noviembre de 1785. Asiste con el sabio Caldas a la fundación en Medellín de la famosa Academia de ingenieros militares, donde fue profesor de altas matemáticas.
Manuel Antonio Rueda Jara, nació el 10 de Enero de 1858. Publico 10 obras de enseñanza; catedrático en el área de matemáticas en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en la Universidad Nacional y en la Escuela de Ingeniería Civil. Murió en Bogotá en el año de 1907.Luis Gabriel Castro, nació el 19 de Agosto de 1896 y falleció en Cúcuta el 7 de Febrero de 1955. Fue uno de los fundadores y organizadores de lo que es hoy la Academia de Historia del Norte de Santander; pedagogo, escritor y conferencista. Su vida discurrió calladamente, dada su innata modestia y como es lógico en un lector empedernido, fundo y vivió en la librería Zig-Zag y publico con gran esfuerzo su libro “La Capital de la Gran Colombia”.Villa del Rosario, tierra irrigada por las aguas del río Táchira y protegida en su lado occidental por el Cerro de las Mucuras y tutelada por la milagrosa imagen de Nuestra Señora del Rosario, con la cual heredamos nuestro gentilicio de Rosarienses.
Fue un área pródiga en la producción de cacao, café, caña de azúcar, uva, ganado vacuno y caprino entre los más destacados. En cuanto a su fundación nuestro municipio no cuenta con la escritura de donación de los terrenos, documento que antiguamente se consideraba como requisito para la fecha de inicio de su existencia. Pero lo que si se conoce es que sus fundadores fueron Doña Ascencia Rodríguez de Morales y Don José Díaz de Astudillo, según la carta de solicitud de erección de la parroquia que reposa en el archivo de la diócesis de Cúcuta; además, que hacia el 6 de Octubre de 1738 se inicia la construcción de la Capilla Santa Ana, según lo manifestado por Luis Gabriel Castro en su libro “La Capital de la Gran Colombia”; hecho que ratifica el reconocimiento y la existencia de un asentamiento poblacional hacia 1734

Luis Gabriel Castro Maldonado



El insigne cronista nació en la Villa del Rosario el 19 de agosto de 1896 en la humilde vivienda, todavía en pie, situada en la carrera 7ª N°8-40 del barrio Centro, y murió en Cúcuta el 7 de febrero de 1955 a la edad de 58 años.
El 11 de octubre de 1896 recibió las aguas bautismales de manos del presbítero Manuel María Lizardo Peña, a quien se debe la construcción de la cúpula del Templo Histórico y el primer sanatorio de la nueva ciudad conocido como Hospital del Sagrado Corazón de Jesús, después del terremoto del 18 de mayo de 1875.
Cursó estudios primarios en la escuela de varones de su ciudad natal; obtuvo el título de maestro en la Escuela Normal de Cúcuta (1915-1918). Fue director de la escuela de Villa del Rosario (1919); director de la escuela de Cúcuta (1920-1921); secretario de la Escuela Normal (1922-1923); jefe de la Oficina de Permanencia de Cúcuta (1923); director de Estadística del Departamento Norte de Santander (1927-1935); juez de Ejecuciones Fiscales (1936-1941); secretario perpetuo del Centro de Historia del Norte de Santander del que fue fundador y miembro de número (hoy Academia de Historia); miembro correspondiente de los centros de historia de Ocaña y Bucaramanga y presidente de la Asociación de Periodistas de Cúcuta. Escribía para los periódicos “Hoy”, “Sagitario” y “Comentarios”, y para las revistas “Hacaritama” y “Gaceta Histórica”. Fue condecorado con la medalla de la Orden de Miranda, fundador de la papelería el Zigzag en la capital nortesantanderana, diputado a la Asamblea del departamento y Concejal por la jurisdicción de Cúcuta.
El 5 de septiembre de 1929 contrajo matrimonio en la iglesia de San Antonio con la señorita Candelaria Galvis Bautista, y oficiaron de padrinos el historiador Luis Eduardo Romero y su hermana Edelmira Romero. De esa unión nacieron: Luis Erasmo, Gabriel Adolfo, Guillermo Noel, Cruz Bolivia, Luz de Belén, Régulo y Carolina Castro Galvis.
En 1933 obtuvo el primer lugar en el concurso departamental sobre la capital del departamento con su trabajo “Monografía de Cúcuta”, la cual fue publicada en 1933. Sin embargo, por su escasa edición, este texto se ha diluido entre otras monografías plagiarias que no reconocen el crédito a su verdadero autor.
En 1940 la Asamblea Departamental del Norte de Santander en conmemoración del centenario de la muerte del General Santander, abrió concurso para premiar el mejor ensayo histórico-geográfico, y bajo el seudónimo Amadís de Gaula, participó con su obra “La Capital de la Gran Colombia” ganándose el certamen. Posteriormente, con la misma obra y el mismo seudónimo, participa por invitación del Centro de Historia de Santander en el concurso anual de 1942, y nuevamente es laureado con el primer lugar.
En 1943 la Asamblea de Periodistas del Departamento ¾de la cual el escritor tenía el honor de ser su presidente¾, a moción del señor Carlos Ramírez París elevó la solicitud al gobernador de entonces, Carlos Ardila Ordóñez, para que se editara en la imprenta oficial la primera reproducción de la obra, dada su “gran importancia para los países libertados por el Genio de América, especialmente para Venezuela, Colombia y Ecuador” con motivo de un intercambio cultural colombo-venezolano a efectuarse el 20 de julio de ese mismo año.
En 1971, siendo secretario de educación el poeta Miguel Méndez Camacho, hijo de su dilecto amigo, paisano e historiador como él, Constantino Méndez, con motivo de los actos del Sesquicentenario del Congreso de la Gran Colombia se prensó la segunda edición de la obra en la desaparecida Imprenta Departamental.
Los frutos de la investigación ardorosa de nuestro historiador no estuvieron exentos de un hado desafortunado, pues creaciones suyas como el “Diccionario biográfico de próceres y hombres notables del Norte de Santander” facilitado al el padre Daniel Jordán, y la “Biografía del General Santander”, a su colega Belisario Matos Hurtado, se perdieron en posesión de estos amigos.
El 13 de octubre de 1998 los hijos del historiador donaron al municipio de Villa del Rosario los archivos y documentos personales de su padre; y aunque el alcalde de entonces Octavio Martínez Acuña y su secretario de Cultura y Turismo, Juan Daniel Jaimes, prometieron resguardar el valioso material bibliográfico entregado, los mismos desaparecieron bajo sus administraciones sin que haya sido posible hasta hoy rescatar de sus manos este inestimable patrimonio público.
Actualmente, se adelantan ante el gobierno local las gestiones para adquirir la casa paterna del cronista y construir en ella el mausoleo donde se exhiba su obra y se depositen sus restos que reposan en la iglesia de San Antonio de Cúcuta, a objeto de que sea frecuentado como otra de nuestras atractivas prendas culturales en el recorrido turístico por la ciudad.
De igual modo, se exhorta al cabildo y a la alcaldía municipal para que se institucionalice su texto “La Capital de la Gran Colombia”, como cátedra obligatoria en todos los centros educativos de la ciudad, sorteando todas las trabas burocráticas que se han aducido siempre para su aplicación; así mismo, que se inicie un proceso jurídico que permita recuperar de la posesión ilegal de los sospechosos, la obra manuscrita y los demás textos obsequiados por los descendientes del pendolista.
Con Luis Gabriel Castro, Villa del Rosario se jacta no sólo de ser el escenario más importante de la gesta de la Independencia y cuna de varios de sus más insignes próceres, sino también de contar con la obra que compila de manera minuciosa los hechos de la epopeya de la Gran Colombia que tuvieron lugar en su suelo, y cuyo rigor científico es ponderado por los investigadores y académicos de nuestra historia.

Colegio General Santander




Hacia 1938 existió un establecimiento educativo denominado Instituto General Francisco de Paula Santander ubicado en la calle 5 con carrera 9, en una casa que era propiedad del Doctor José Jacinto Manrique y sostenido con presupuesto municipal.Su director era el profesor Eduardo Peñuela Vargas oriundo de Bogotá y quien hablaba cinco idiomas.Francisco Arenas era el profesor de matemáticas y vivía cerca al Parque Pedro Fortoul hoy llamado Parque Los Libertadores.También enseñaba latín, francés y teología el presbítero José Antonio Ruan Durán quien lo hacia en forma gratuita.El profesor Carlos Sepúlveda, nativo de Ocaña, tenía a su cargo Castellano y Literatura. Este maestro se caracterizaba por su manera de vestir tan impecable y su diversión después de la jornada educativa, era jugar billar todos los días en el negocio de Jesús María Astidias (más conocido como el Chato Astidias), que se encontraba localizado en la calle 7 con carrera 6 en el barrio El Centro.Las cátedras de Zoología y Geografía Económica las impartía el docente Julio Cesar Uribe.Algunos de los que estudiaron para aquella época en esta institución son: Julio Cesar Contreras (venezolano), Miguel Lozada, Hugo Peñalosa y Ramón Peñalosa (venezolanos), Pablo Antonio González, Cándido Moros (hijo), Juan Bautista Jaimes, Otto Ruan, Roque Prato, Francisco Coronel, Julio Coronel, Hugo Villamizar, Carlos Maldonado, Luís Enrique Maldonado, Ovidio Villamizar, Ciro Rodríguez, Arteodoro González, Pablo Enrique González (venezolano), Pablo Emilio González (Venezolano-Buen estudiante) y Gabriel Vargas que era el mayor y ya usaba pantalón largo, porque hasta los quince años los muchachos tenían que vestir de pantalón corto.Cabe anotar que en aquellos tiempos los exámenes eran orales y con jurados. Los jurados para ese entonces eran: Plutarco Villamizar (Presidente del Concejo Municipal), Heliodoro Guerrero (comerciante), Francisco Belén Vargas (secretario de la alcaldía), el Alcalde, el Tesorero, el Personero y dos supervisores que enviaba la Secretaría de Educación.En el sitio señalado anteriormente el colegio duro aproximadamente dos años y luego fue trasladado a la calle 5 entre las carreras 7 y 8 donde funciono El Club Social Grancolombiano, el Colegio Luís Gabriel Castro y actualmente funciona el Hospital; de allí paso al Templo Histórico debajo de la cúpula, por un lapso de tiempo muy corto mientras hacían unos arreglos en el lugar mencionado anteriormente; allí dicto clases el profesor José Téllez. Nuevamente regreso al lugar donde es actualmente el hospital y allí tuvo Banda de Guerra conformada por diez estudiantes, cuyo uniforme estaba compuesto por una chaqueta y un pantalón azul marino, camisa blanca, zapatos negros de charol, un kepis azul oscuro con adornos dorados y correaje blanco.La Banda junto con los estudiantes, asistían todos los Domingos a la misa en horas de la mañana.El 25 de Abril de 1943 la Banda acompaño las honras fúnebres de Anita Contreras madre de Julio Cesar Contreras quien estudiaba en este plantel educativo.Posteriormente por presiones políticas que interfirieron en su organización y administración fue clausurado por unos años. La Asamblea del departamento Norte de Santander, por medio de la Ordenanza número 05 del 23 de Octubre de 1961, creó el Colegio General Santander mediante proyecto presentado por el diputado Rosariense Simón Granados Avendaño, funcionando en la Casa Hospital del Doctor José Jacinto Manrique, inicialmente con 35 alumnos en Quinto Primaria y 30 en Primero de Bachillerato.ESTUDIANTES DE QUINTO PRIMARIA 1.962RECTOR: CIRO DELGADO RICOJosé Rafael Delgado, José del Carmen Durán, Raúl Antonio Durán Pulido, Orlando Florez Delgado, Pedro José Fuentes, Jesús María Galvis, Pablo Emilio Galvis, José Antonio García, Juan García Nieto, Juan S. García, José Rafael Granados, Gilberto Antonio González, Carlos Julio Gutiérrez, Manuel Ibáñez Guerrero, José Cupertino Lizarazo, Miguel R. López V., Carlos José Matamoros, Carlos Domingo Meza P., Eleuterio Moreno Díaz, José María Olarte Guerrero, Luís Antonio Olarte Villamizar, Hernando Ortiz C., José Santos Pérez R., Juan de Jesús Rodríguez, Antonio Valencia Florez, Jesús Orlando Villamizar,ESTUDIANTES DE PRIMERO DE BACHILLERATO 1.962Luís Augusto Avendaño P., Aliro Cárdenas Yañez, José Guillermo Contreras Lagos, Raúl Antonio Camargo, José de Jesús Chacon, Ricardo Durán, Nelson Durán Pulido, José Ángel Durán, Pedro Ignacio García, Nicanor García Vivas, Julio Cesar García Contreras, Jesús A. González, Rodolfo Antonio Granados, Pedro Jácome, Julio Cesar Moros, Pedro Mora, Camilo Ochoa S., Ramiro Reyes, Camilo Suárez, Víctor Julio Sanguino, Pedro Elías Soto, Víctor Valencia Florez, Gustavo Adolfo Meneses, Carlos Casadiego, Julio Roa, German Villamizar.A partir de esta etapa su primer Rector fue el Licenciado Ciro Alfonso Delgado Rico en el lapso comprendido entre 1962 y 1964.El mencionado Rector, que también era músico organiza y dirige la Banda de Guerra que estaba compuesta de la siguiente manera:Batuta: Jesús Galvis.Tambores: Raúl Durán, Jesús González, Nelson Durán, Guillermo Contreras y Luís Augusto Avendaño.Cornetas: Julio Cesar Moros, Pedro Fuentes, Pedro García, Rodolfo Granados y Antonio García.Bombo: Juan García.El uniforme de esta Banda era un pantalón color crema, saco azul, charretera tricolor, kepis azul y correaje blanco.De allí el colegio se traslado a la casa de la familia Maldonado, ubicada en la calle 7 con carrera 6; seguidamente se ubicó en la antigua Casa Cural en la carrera 7 entre calles 5 y 6 donde actualmente funciona el negocio que tiene por razón social “Panadería la Séptima” y su Rector era el señor Jaime Alberto Quintero en el periodo 1965- 1966, para finalmente fijar su sitio de funcionamiento desde 1967 en la calle 6 con carrera 8 en la casa que era propiedad de don Plutarco Villamizar y doña María Vargas tía del doctor Virgilio Barco Vargas, quien venia a pasar vacaciones en esta casa.En el año 1969 surge la primera promoción de bachilleres y su Rector era el Licenciado Luís Salvador Suárez quien dirigió la institución desde 1967 hasta 1970.Los estudiantes que conformaron esta promoción son los siguientes: Ricardo Barrientos, Mario Beltrán, Joselin Carrillo, Luís Manuel Contreras, Manuel Guillermo Contreras, Orlando Dueñes, José del Carmen Durán, Raúl Antonio Durán, Pedro José Duarte, Luís Francisco Hernández, Yebrail Jordán, Cesar Augusto Moreno, Miguel Darío Rincón, Héctor Raúl Rodríguez, Jesús Leomar Rodríguez, Jaime Suárez, Rafael M. Sandoval, José Elías Villamizar, Iván Edgar Guilloti y Cesar Augusto Niño.En el año 1971, el Director fue el Licenciado José María Peláez, autor de la letra del himno de la instituciónEn 1972 estuvo bajo la dirección del Licenciado Milton Oliveros.En el año 1973 el Colegio se vuelve Mixto al recibir las alumnas egresadas del Colegio María Inmaculada, ya que allí solamente podían cursar hasta el cuarto año de bachillerato (hoy noveno grado).Es importante destacar la valiosa colaboración prestada por el señor Pedro Pablo González y la señorita Graciela Tarazona realizando actividades para mejorar la institución.En 1974, sale la segunda promoción, estando de Rector el Licenciado José Vicente Melo López, quien dirigió el Colegio desde 1973 hasta 1991.Los integrantes de esta promoción fueron los siguientes: Gregoria González Camero, Nubia Estela Durán Escalante, Alba Fanny Durán Escalante, Nhora Durán Tarazona, María Elizabeth Rodríguez Leal, Zoraida Cuevas Jaimes, Flor de María Melgarejo Bustamante, Nelson Caro Bolaños, Jesús Gerardo García Contreras, Mario Parmenio Durán Pulido, Luís Enrique Torres Rangel, Luís Alfredo Rodríguez Gutiérrez, Yulex Alfonso Fajardo Cáceres, Luís Argenis Sayago Chaparro, Marco Tulio Jácome Sandoval, Julio Cesar Panqueba Casanova, Miguel Núñez Álvarez, Francisco Hernández Morales, Timoleón Peñaranda Arteaga, Jorge Ramírez Moreno, Héctor Jesús Rodríguez Cobos, José Enrique Suárez Leal y José Martín Vargas Rozo.En 1979 llega a la institución la profesora María Nelcy Fuentes de Prato y observando que en un cuarto se encontraban veinte instrumentos de Banda de Guerra, algunos de ellos en malas condiciones, decide emprender la dura labor de revivir esta organización y para esto comienza a realizar actividades junto con estudiantes y padres de familia destacándose la valiosa colaboración de la señora Herminda Leal. Este año es utilizado para su organización y su instructor es el profesor Numper Perozo y realiza sus primeras presentaciones a partir de 1980.La ardua labor continúa hasta lograr convertirla en “Banda Show Musical” y posicionarla en el sitio que se encuentra con triunfos regionales, nacionales e internacionales y llega en el año 2.005, a sus 25 años, con 210 integrantes y un comité que colabora inmensamente para seguir adelante en esta actividad.En el año 1992 asume la rectoría la Licenciada Martha Piedad Gómez Pachon permaneciendo hasta el mes de Octubre de 1998.Ante iniciativa de los profesores, por esta época se decide iniciar actividades para adquirir la casa contigua a la de la institución, la cual era propiedad de la señora Mercedes Hernández Moreno y se logra este objetivo cuando se cristaliza su compra mediante escritura número 3940 del 12 de Noviembre de 1992 y de esta manera se consigue la ampliación del establecimiento educativo en el año 1993 con auxilios nacionales.En noviembre de 1998 llega a la dirección del colegio el Licenciado German Octavio Guerrero Valderrama, quien permaneció hasta el mes de Mayo del 2001 y apoya la creación del Grupo de Danzas y de Teatro que inicia actividades el 31 de Julio de 1999 bajo la coordinación del profesor Gerardo García y en sus inicios se realizan actividades para pagar los instructores y adquirir vestuarios. Posteriormente se recibe el apoyo por parte del presupuesto del colegio para el pago de los instructores y para incrementar el vestuario se continúo realizando actividades. El grupo de Danzas logro su participación a nivel nacional en el año 2000 y 2001 en el “Festival Del Moño”, Torbellino por Parejas en el municipio de Jesús María, departamento de Santander.De Junio del 2001 hasta Septiembre del 2002 la institución es dirigida por el Licenciado José Raúl Miranda Miranda quien emprende una efectiva labor en la organización del aspecto pedagógico y legal del establecimiento educativo.De Septiembre del 2002 hasta Octubre del mismo año ejerce la rectoría el Licenciado Álvaro Carrillo quien le imprime un alto grado de humanización y tolerancia. En Noviembre del 2002 hasta Diciembre del mismo año asume la dirección el Licenciado Aliro Cárdenas Yañez, estableciendo el convenio con la Fundación de Estudios Superiores Comfanorte para la creación de las modalidades de Mercadotecnia y Comercio Internacional, Administración e Informática y Recreación y Turismo. A partir de Enero del 2003 y hasta el momento el colegio se encuentra en manos del Licenciado José Alejandro Latorre y en el año 2005 se dan al servicio tres aulas construidas con auxilios nacionales, buscando mejorar las condiciones de los estudiantes en su proceso de formación.La institución continúa su marcha convirtiéndose en el faro que muestra el horizonte de la juventud Rosariense para buscar igualdad, justicia y tolerancia.

Colegio Manuel Antonio Rueda Jara

ANTIGUAMENTE LLAMADA ESCUELA PEDRO FORTOUL

A un costado del parque se encuentra el Colegio Manuel Antonio Rueda Jara, que para el año 1.940 llevaba el nombre de Escuela Pedro Fortoul como reza en un certificado original del señor Juan Bautista Quiñónez, del 30 de Noviembre de 1.940 firmado por el director Justo Pastor Pérez y el maestro Julio César Uribe, donde certifica que aprobó el pénsum correspondiente al primer año de escuela, habiéndose matriculado en Febrero del año mencionado y asistiendo durante 168 días a la institución

Fue la primera escuela de la nueva población y se construyo hacía el año 1905. Según el escritor Tachirense José Félix Augusto Murillo nacido en esta Villa en el año 1894 hijo de don Tesalio Murillo quien llegó de San Cristóbal (Venezuela) a la Villa del Rosario en calidad de asilado, en uno de sus escritos reseña que a su memoria vienen los recuerdos de sus primeros años de edad, “A una cuadra de mi casa, se encontraba el Parque Pedro Fortoul, en uno de sus ángulos, moraba el cuartel Nacional; en la esquina opuesta, siguiendo la misma acera, la escuela departamental, provista de escalinatas para abordar su entrada, que le daba cierto señorío.”

En este sitio donde esta la escuela Manuel Antonio Rueda Jara, inicialmente el padre Marco Antonio Mora, comenzó a ubicar las bases para la construcción de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, pero tuvo que desistir de esta idea, ya que para la época de la construcción se presentaban fuertes vientos y finalmente decidieron construirla donde se encuentra actualmente y es por esta razón que la iglesia no queda frente al parque.

Actualmente lleva este colegio el nombre de Manuel Antonio Rueda Jara, en honor al ilustre matemático, nacido el 10 de Enero de 1.858 en la misma casa donde nació el General Santander. Sus padres fueron: Julio Rueda y Espíritu Jara. En la misma Villa hizo sus primeras letras. A los 16 años sus padres le condujeron al colegio San Agustín en la ciudad de San José de Cúcuta, el cual era dirigido por el señor Rafael María Niño y cuyo local estaba situado en donde es hoy el cruce de la avenida cuarta con la calle diez.

Contrajo matrimonio en la Villa del Rosario, con la distinguida dama Doña Mercedes Vargas de Acero. En Bogotá se graduó de ingeniero civil.

Desde los primeros años de estudios universitarios se hizo profesor de matemáticas en varios colegios de Bogotá. Fue profesor en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en la Universidad Nacional y en la Escuela de Ingeniería Civil.

Edito los periódicos de índole pedagógico: El Escolar Colombiano y El Educacionista.

Fue el fundador del Liceo Mercantil, del Colegio Académico y de la Universidad Republicana.

Publicó diez obras de enseñanza, las cuales fueron adoptadas como textos obligatorios en las escuelas y colegios de la nación y los superiores como textos de consulta en varios países de América Latina. La primera edición de su famoso tratado de Aritmética fue publicada el 24 de de Julio de 1.883, como homenaje del autor a la memoria del Libertador Simón Bolívar en el centésimo aniversario de su nacimiento.

Murió en Bogotá en el año de 1.907. El expresidente José Vicente Concha manifestó en alguna oportunidad que el doctor Manuel Antonio Rueda puede considerarse en Colombia como uno de los mártires del patriotismo y de la ciencia, porque la enfermedad que lo llevó a la tumba tuvo por causa el enorme trabajo intelectual que desarrollo para cumplir el precepto de “Enseñar al que no sabe”.

El historiador rosariense Luis Gabriel Castro Maldonado en su libro La Capital De La Gran Colombia, destaca lo siguiente: “el ramo de la instrucción publica de la Villa goza de rentas propias, provenientes en su mayor parte del valor del arrendamiento de la hacienda de El Naranjal, terrenos éstos que el Congreso de la Nueva Granada los adjudico a las escuelas, por medio de la siguiente disposición:
Decreto (6 de abril) que asignan mil fanegadas de tierras baldías a la escuela de la Villa del Rosario de Cúcuta.
El Senado y la Cámara de Representantes de la Nueva Granada, reunidos en Congreso, vista la solicitud de la Cámara Provincial de Pamplona, pidiendo la aplicación de tierras baldías para el sostenimiento de la escuela primaria de la Villa del Rosario de Cúcuta,
Decretan:

Articulo único. – Se asignan mil fanegas de tierra baldías en el distrito denominado El Naranjal, para sostenimiento de la escuela parroquial del Rosario de Cúcuta, deduciéndose las referidas mil fanegadas de las que corresponden a la provincia de Pamplona conforme a lo dispuesto en el articulo 175 de la ley primera, parte segunda, tratado uno de la Recopilación granadina.

Dado en Bogotá, a 5 de abril de 1847.

El presidente del Senado, -Pedro Alcántara Herrán. –El presidente de la Cámara de Representantes, -Exequiel Rojas. – El Senador Secretario, -José Maria Saiz. –El representante Secretario, -Francisco de Paula Torres. -.

Bogotá, 6 de abril de 1847. –ejecútese y publíquese. –Tomas Cipriano de Mosquera (L. S.). El Secretario de Estado del Despacho de Relaciones Exteriores y Mejoras internas. –Manuel María Mallarino”

En las investigaciones hechas por Jesús Gerardo García Contreras (quien también estudio en esta escuela) en los últimos veinte años con los nativos de este histórico municipio y que tuvieron el privilegio de ocupar las bancas y aprender sus primeras letras en la escuela de varones Pedro Fortoul y que posteriormente se denomino Manuel Antonio Rueda Jara, recuerdan que la construcción era un caserón elegante y señorial con un amplio corredor que la adornaba. Entre sus directores destacan los siguientes: Luís Gabriel Castro Maldonado, Luís María Cote, Justo Pastor Pérez, Hernández, José María Tobón, Jorge Ramírez, Justo Cárdenas Sayago.

Profesores: Víctor Manuel Prato, Héctor González, Gómez, Luís María Mora, Bermúdez, Jesús Manuel Mora Ortiz, Julio Cesar Uribe, Bayona, Carlos Sepúlveda, Pedro Macias, Lucas Ortiz, Baldo, Amelia, Víctor Sánchez, Rojas, Moros, Ibarra, Carmen Sofía Santos, Hortensia Pérez de Bueno, Maria Josefa Rojas, Carmelina Mogollón, Teresa Moreno de Peña, Elda Prato, Carmen Pérez Alvarado, Tomíres Duran, Nelly Navas, Botello, Sixto Barriga, Páez.

También viene a sus memorias el recuerdo nostálgico e imborrable de compañeros de estudio que compartieron sus primeros años escolares y entre los cuales resaltan a: Leonardo Useche, Francisco Useche, Francisco Pinzón, Evangelista, Reinaldo Ríos, Esteban Ferreira, Apolinar Espinosa, Andrés Useche, Ciro Ulloa, Teodoro Espinosa, Juan Pablo Castro, Ciro Rodríguez, Pedro Luís Castellanos, Gustavo Castiblanco, Lino Galavis (hijo), Rafael Jaimes, Luís Maria Avendaño, Camilo Olarte, Gustavo Núñez, Pedro González, Alfonso Moros, Carlos Julio Meneses, Avelino Contreras, Eugenio Rangel, Zoilo Villanueva, Luís Francisco Coronel, José Gregorio Coronel, Julio Ernesto Coronel, Ovidio Villamizar, Benjamín Contreras, Nicasio Contreras, Francisco Contreras, Julio Cesar Contreras, Miguel Lozada, Hugo Peñalosa y Ramón Peñalosa (venezolanos), Pablo Antonio González, Cándido Moros (hijo), Juan Bautista Jaimes, Otto Ruan, Roque Prato, Carlos Maldonado, Luís Enrique Maldonado, Arteodoro González, Pablo Enrique González (venezolano), Pablo Emilio González (Venezolano), Gabriel Vargas, Francisco Núñez, Juan Quiñónez, Orlando, Manuel Villamizar, Carlos Saúl Villamizar, Hernando Villamizar, Hipólito Contreras (Tilinguillo), Manuel Guillermo Santos, David Santos, Vicente González, Pablo Castiblanco, Lino Castiblanco, Hugo Castiblanco, (pato), Julio Castiblanco, Ramón Jaimes, Francisco Jaimes, Ramón Duran, Eleuterio Durán, German Quiñónez, Jesús Carrillo, Euro Espitia, Alfonso López (pompo), Francisco Hernández, N Mancilla, Francisco Panzón, N Guillen, (sardina frita), N Hernández (herradura), Fernando Fonseca, Antonio Gómez (patelana), Ciro Gómez, Oscar Gómez, Rodrigo Maldonado, Martín Santander, Domingo Cobos, Pedro Vicente Niño, Santiago Moros, Domingo López, Guadalupe Jaimes, Emilio Ordóñez, José del Carmen Granados (chepe), Eduardo Leal, Pablo Tarazona, Fructuoso Omaña, Manuel García, Evaristo Useche, Pedro Agustín Rangel, Tomas Contreras, Norberto Contreras, Eleuterio Lugo, Marcos Sánchez, Rodrigo Maldonado, Evelio Villamizar, Norberto Rivera, Eduardo Vega, Jaime Vega, Erasmo Arenas, Arturo González, Augusto Romero, Pedro Santos, Enrique Contreras (vianchis), Luís Contreras, Víctor Ramírez, Jorge Ramírez y muchos más que escapan a la memoria de los entrevistados.

Tampoco escapa a su memoria el empalagoso recuerdo de los polizontes: Benedicto Castiblanco, Lucio Ramírez, Antonio Pérez (pisa terrones), Antonio Yañez, Antonio Hernández, Luís (el metro), quienes eran los encargados de pasar diariamente a recoger la lista de los alumnos que no asistían a clase y luego se desplazaban a las casas de los estudiantes ausentes para constatar con sus padres el porque no habían asistido a la escuela, y si los padres manifestaban un motivo supremamente justificado dicha excusa era admitida, de lo contrario, el polizonte lo buscaba donde fuera necesario incluso debajo de la cama donde algunos se escondían, o a la tapa del cacho que era la piscina del pueblo y también a las haciendas para donde se escapaban por temor a ser castigados en la escuela y en la casa por alguna falta cometida el día anterior o por no haber asistido a la misa los domingos a las seis de la mañana.

Una práctica que sí añoran es la del vigilante, que consistía en asignar semanalmente un alumno que residiera en el respectivo barrio al cual se dirigían los estudiantes para que ejerciera control en la fila que los conducía a dicho sector y de esta manera guardar orden y respeto en el camino hacia la casa.

La escuela contaba con un comedor escolar que funciono en el sitio donde antiguamente era el Club Gran Colombiano y que actualmente es el Hospital, como también funciono en la casa que era propiedad del Doctor José Jacinto Manrique donde hoy es el establecimiento de comidas rápidas “Carnaval”, en la calle quinta con carrera novena, atendido por las señoras Ofelia Maldonado y Marta Quiñónez. Dicho comedor se sostenía con las rentas provenientes de la hacienda El Naranjal y las hortalizas que cultivaban los alumnos en la granja situada en el solar de la escuela. Parte de estos cultivos llevaban alumnos y profesores para sus casas

En la escuela cada mes organizaban un paseo para adquirir conocimiento, recrearnos y posteriormente plasmar en un escrito la experiencia vivida. Nos llevaban a Juan Frío a la finca de don Francisco Omaña y al Corregimiento de los Patios que en aquella época hacia parte del municipio de Villa del Rosario donde estaba ubicado el aterrizaje que en ese tiempo no estaba en servicio pero se mantenía el angar donde guardaban las avionetas. Nos íbamos a pie por la salida del barrio Gramalote y atravesábamos el cerro de las Mucuras pasando por el filo hasta llegara a los Patios. Otras veces nos llevaban a la finca de don Héctor Torres ubicada en Villa Antigua, llevando cada quien su avio y de ahí pasábamos al río Táchira el cual era caudaloso y disfrutábamos de él todo el día.